El oro, refugio financiero en la era post-covid
Este metal precioso supera los 1.790 dólares y sigue en máximos desde octubre de 2012. Los inversores vuelve a usarlo como activo refugio
En otoño de 2012, cuando el planeta daba ya pasos agigantados hacia la recuperación, el precio del oro llegó a los 1.794 dólares por onza, aunque en verano de 2011 cuando marcó máximos y superó los 1.850 dólares por onza (1.638 euros). Hoy, los futuros del oro para entrega el próximo mes de agosto subían un 0,5 % a media mañana y cotizaban a 1.791,6 dólares por onza (1.587 euros).
El oro es un activo utilizado por los inversores comovalor refugio y como cobertura contra la inflación cuando los mercados inician una fuerte tendencia bajista, aunque los profanos deben tener en cuenta que es muy volátil -su volatilidad aumenta de forma brusca en las subidas y disminuye de forma más lenta en las caídas-, sufre importantes oscilaciones en su cotización, no paga ni intereses ni dividendos, y solo se obtienen beneficios por la revalorización de su cotización, por lo que esta inversión no está libre de riesgos.
En estos seis primeros meses de 2020, el oro ha tenido una revalorización del 16,4%, superior a los beneficios logrados por el principal indicador bursátil norteamericano, el Nasdaq, que ha acumulado un 11%, y a años luz de los beneficios del principal mercado español, el Ibex 35, que marca resultado negativo anual, -22,10%. La crisis sanitaria ha hecho que los negocios que se dedican a comprar, vender o empeñar oro hayan incrementado sus clientes en un 30%, según datos del sector.
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